El diácono José Alfredo Soto Fabela, miembro de la diócesis de Chihuahua y con profundas raíces duranguenses, falleció víctima de una penosa enfermedad, dejando un profundo pesar entre las comunidades religiosas de la entidad donde por años ejerció su misión pastoral.
Fue un personaje muy querido y respetado, sobre todo en las zonas donde ejerció su labor de defensa y difusión del Evangelio. Hijo del duranguense Félix Soto Jara y de la chihuahuense Teresa Fabela Márquez.
Su más reciente trabajo pastoral lo realizó en la comunidad de Santa Clara de Asís, cuyos feligreses expresaron públicamente su tristeza por la partida de quien consideraban un pilar espiritual.
El gobierno eclesiástico de Chihuahua, así como las parroquias en las que sirvió durante décadas, manifestaron sus condolencias por el deceso del diácono, cuya vida estuvo marcada por el compromiso con la fé y las tradiciones populares.
Además de su misión pastoral, José Alfredo Soto Fabela tuvo una notable participación en el homenaje a la Virgen de Guadalupe a través de las danzas tradicionales. Se distinguió como danzante, coordinador de agrupaciones y, con el tiempo, como coordinador general de los grupos de danzas de la ciudad de Chihuahua.
En un gesto de gratitud y homenaje, diversos grupos de danza acompañaron su velación, cortejo fúnebre e inhumación, ofreciendo ejecuciones en su memoria y expresando el dolor de la comunidad cultural y religiosa por tan lamentable
pérdida.
