Es la carretera Tayoltita, en el municipio de San Dimas, Durango, a San Ignacio, del municipio del mismo nombre en el vecino estado de Sinaloa, cuyas obras han visto una serie de dificultades graves para su avance, reveló en entrevista el empresario y presidente de la Asociación Mexicana de Ingenierías en Vías Terrestres -AMIVTAC-, Sotero Soto.
Es una carretera de 80 kilómetros y una inversión del orden de los 3 mil millones de pesos; constructores durangueses desarrollan los tramos correspondientes al estado de Durango.
Al respecto, Soto Mejorado dio a conocer que existe en esta zona una situación de suma gravedad latente. Primero, por efectos del clima, se generaron inundaciones que a su vez trajeron consigo pérdidas millonarias.
La rúa sería inaugurada el pasado 28 de septiembre, lo cual no fue posible, primero, como ya se indica, por la riada, que impactó de manera severa la zona y consecuentemente el desarrollo de los trabajos.
A lo anterior, hay que añadir la cuestión también del clima, aunque en este caso de inseguridad. Aquí, una vez recrudecida la violencia en Sinaloa, impactó del lado de Durango. De tal manera que se suspendió la obra, se les obligó a las empresas constructoras a retirarse de la zona, como el ejemplo específico de una compañía española encargada de la construcción de un túnel, que desalojó 200 trabajadores, o de una de las empresas duranguenses, que hubo de sacar del lugar a cien empleados.
En este contexto, se dio un fenómeno interesante, en el que estos grupos desalojados, se refugiaron en Tayoltita, donde se hizo evidente la carencia de infraestructura para atender a todo este personal, al grado que llenos los hoteles y casas de albergue, comenzaron a escasear los alimentos, y, desafortunadamente sin respuesta de autoridad alguna para proteger tanto el avance de las obras como a la gente.
Por si fuera poco, se ha registrado un problema aun más serio, relacionado con la salud, por un brote de dengue, cuyo padecimiento ha impactado al menos a dos decenas de trabajadores de una de las empresas de Durango.
El problema es creciente, porque ahora faltan trabajadores interesados en contratarse para las citadas obras, no quieren ir. Sucede que grupos delictivos no permitan el paso.
El daño, subrayó el empresario, es muy importante, muy grave, donde se hace necesario llevar materiales por otras vías, rutas muy complejas, que consecuentemente encarecen traslados.
“Sin embargo, vamos a tratar de terminar ahora que todo indica que se podrá recomenzar la obra, en lo que al tramo que me corresponde; vamos a terminarla ya no en tiempo y forma, pero se hará el esfuerzo para concluir durante los próximos 30 días”, proyectó el entrevistado.
Recordó que las fuerzas castrenses sí contribuyeron en un momento para que las obras avanzaran. No obstante, consideró que debe haber una labor conjunta entre corporaciones tanto federales como estatales para darle certeza a la gente en su seguridad y que de manera normal las obras sean concluidas.