El triste destino al que se ven condenados hoy miles de perros en las calles de Durango , ya alcanzó a una hermosa y majestuosa raza como es la Husky, que según activistas destaca por los altos índices de abandono debido a que en edad adulta son muy activos e inquietos que requieren grandes espacios para convivir, por eso mucha gente prefiere mejor dejarlos a su suerte; de ahí que se ha vuelto muy común ver a estos ejemplares deambular en busca de agua o alimento.
Aunque es una cifra muy difícil de constatar, conocedores del tema han señalado insistentemente que en esta capital hay unas 100 mil mascotas en condición de calle, especialmente perros. Ahora la raza ya no es condicionante para el abandono, pues se pueden observar desde animales muy finos hasta los comunmente conocidos como criollos.
El rechazo animal ya no es nuevo en nuestra capital, sin embargo si lo es el hecho de que una raza como ésta se ve con mayor frecuencia en las calles, especialmente ejemplares adultos. Estos majestuosos animales, conocidos por su belleza y lealtad, sin escrúpulo alguno son dejados al azar sin comida, agua ni amor.
Según explica para ABC media la regidora Veronica Terrones Romero, entre las causas más comunes de esta crueldad destacan que mucha gente los compra por moda pasajera, pero lamentablemente no investigan sobre sus necesidades o características propias de la raza. Les atraen porque de cachorros son muy bonitos.
Sin embargo conforme van creciendo necesitan mayor espacio, son perros muy activos e inquietos que de no recibir el tratamiento adecuado llegan a presentar problemas de comportamiento y es ahí cuando sus propietarios deciden deshacerse de ellos. Aunado al alto costo por mantenimiento y alimentación.
A falta de programas de esterilización para atender el problema social y de salud que representan mascotas que viven en la orfandad, ello trae consecuentemente sobrepoblación y no solo de la citada raza, sino del amplio espectro del cual ya se habló.
Ante tan inhumano hecho, se ha despertado desde hace mucho tiempo el interés de colectivos animalistas y defensores de sus derechos, que hacen titánicas labores de rescate, pagando con recursos propios alimentación, cuidados y servicios médicos, pero lo cierto es que la magnitud del problema ya rebasó cualquier esfuerzo oor grande que éste sea.
Incluso las mismas autoridades han quedando de lado, pero no se pueden desentender de una causa que le corresponde a toda la sociedad atender. Crear un Patronato para allegarse de recursos, es la más reciente propuesta que varías asociaciones de rescatistas han presentado a la regidora Terrones Romero y próximamente pondrá a disposición del Cabildo. Ello permitiría atender de mejor manera el fenómeno que no es privativo de ésta ciudad.
El abandono de perros Husky o cualquier otro, es una triste realidad que hoy demanda una acción inmediata. Juntos, ciudadanos y autoridades pueden hacer la diferencia y darles una segunda oportunidad a tan majestuosos animales domésticos. Adoptar, no comprar; educación y conciencia, pueden marcar diferencia para mejorar el destino de los Husky o cualquier otro perro olvidado.

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