Viena, Austria. – Mientras que en diversos países en desarrollo el servicio ferroviario y de tranvías ha sido eliminado o reducido al mínimo, la capital austriaca se mantiene como un referente mundial en materia de transporte público. En esta ciudad milenaria, los tranvías y el metro constituyen los principales medios de desplazamiento cotidiano, complementados incluso por tradicionales carruajes tirados por caballos, que forman parte del atractivo turístico.
El caso de Viena refleja la importancia de conservar y modernizar los sistemas de transporte sobre rieles como una estrategia de desarrollo urbano y ambiental. Los tranvías, en particular, ofrecen un servicio económico, confiable y libre de emisiones contaminantes, gracias a su funcionamiento a base de energía eléctrica.
Expertos en movilidad urbana subrayan que países en desarrollo podrían considerar el rescate o la reintroducción de estos sistemas como una alternativa viable para mejorar la conectividad y reducir la huella ecológica del transporte. La experiencia vienesa demuestra que la eficiencia, la sostenibilidad y la preservación del patrimonio pueden ir de la mano en la construcción de ciudades más habitables.
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